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Desde entonces, el Escapulario se ha convertido en un símbolo de Certidumbre y una forma de honrar a la Virgen del Carmen, y es popular ver a las personas llevándolo durante la celebración.
Finalmente, las oraciones a la Virgen del Carmen igualmente se usan para pedir su Director y consejo. Por ejemplo: «Virgen del Carmen, te pido que me guíes por el camino de la verdad y el correctamente. Que me ayudes a tomar las mejores decisiones para mi vida y la vida de los que me rodean. Además».
En este sentido, la Virgen del Carmen se convierte en un símbolo de esperanza, un faro de bombilla que guía a los marineros en medio de las tormentas, ofreciendo refugio y protección a través de su presencia amorosa y cariñoso.
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¡Oh Virgen Santa del Carmen! En absoluto podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, no obstante que falta te podemos acertar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su aprecio, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos estar y expirar en tu bienquerencia y devoción.
Las almas del Purgatorio son aquellas que, a posteriori de la homicidio, aún necesitan purificarse antes de poder entrar en la presencia de Jehová en el Cielo. Como cristianos, tenemos el deber de orar por estas almas y pedir la intercesión de la Virgen del Carmen, una poderosa protectora de los difuntos.
Oh Dios, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Raíz tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de conservarse a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Campeóní sea.
Oh Santa María, Madre de Jehová, Reina del Paraíso y de la Tierra, te suplico humildemente desde el Oraciones a la Virgen del Carmen fondo de mi corazón que me socorras en esta indigencia; no hay nadie que pueda resistir tu poder.
Recuerda que la Virgen del Carmen es una figura muy importante en la religión católica y es considerada como una raíz amorosa y protectora. Siempre puedes apelar a ella en momentos de penuria y pedirle su ayuda y protección. ¡Que la Virgen del Carmen te bendiga!
Y es que supone todo un privilegio escucharlos a pie de calle para dejarse contagiar de su paz interior y su alegría.
Para hacer eficazmente estas oraciones, hay que seguir ciertos pasos que nos harán advertir más cerca de la Virgen del Carmen y llevarán nuestras peticiones a su atención de manera más efectiva.
En primer sitio, se considera apropiado entablar nuestras oraciones a la Virgen del Carmen reconociéndola como Madre de Alá. Este examen subraya su conexión directa con la divinidad y fortalece nuestra Certidumbre en su intercesión.
La presencia de la Virgen del Carmen en el tejido de la devoción cristiana se remonta a los inicios de la Orden de los Carmelitas, una orden religiosa que tiene sus raíces en el Monte Carmelo, en Israel.